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San Pedro Cholula | El Santuario de la Virgen de los Remedios, ubicado en la cima de la gran pirámide, reabrió sus puertas el pasado fin de semana, con horarios establecidos, ingreso en bloques de 25 personas y una cooperación de 20 pesos.
Después de un año cerrado al público por la contingencia sanitaria, este sábado los custodios del templo colocaron una lona con el reglamento que deben acatar los visitantes.
El primer punto que tienen que cumplir fieles y personas que llegan a este sitio considerado turístico es la aportación económica que será utilizada para cubrir mantenimiento y servicios.
Textualmente, se indica que se debe “adquirir una pulsera donativo de $20 pesos (veinte pesos) que será aplicado para gastos, energía eléctrica, agua, mantenimiento y demás.
Esta primera obligatoriedad ha desatado críticas entre algunos sectores de la sociedad de San Pedro Cholula, pues argumentan que el santuario dedicado a la Virgen de Los Remedios está dejando de ser un recinto religioso y centro de fe para convertirse en un espacio preponderantemente turístico, por cuyo acceso hay que pagar una entrada.
La segunda regla es respetar el protocolo Covid-19, aunque no es tan específico como el tema económico. Al parecer, los encargados del Santuario se refieren a la obligatoriedad de usar cubrebocas, respetar la sana distancia y el empleo de gel antibacterial.
El tercer punto es respetar los señalamientos de accesos y salida.
El cuarto indica que los horarios de ingreso se determinarán conforme los grupos de visitantes queden conformados. Por ejemplo, ayer domingo se permitió la entrada a bloques de 25 personas en horarios de: 10:00, 13:30, 15:00, 16:30 y 18:00 horas.
El quinto punto del reglamento prohíbe el acceso a mascotas, bicicletas, alimentos y bebidas embriagantes.
En el sexto se recuerda que están en periodo de pruebas y la apertura completa se realizará de manera paulatina.
Hay que mencionar que, según la lona colocada al inicio de la escalinata principal del Santuario, el reglamento y los cobros estipulados son un acuerdo entre la Arquidiócesis del Puebla, el párroco de San Pedro Apóstol Cholula, los mayordomos circulares y la mesa directiva a cargo del templo.
